El gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro ha expresado su rechazo ante el anuncio de Estados Unidos de volver a imponer sanciones económicas al país, argumentando que esto contradice lo pactado previamente en conversaciones diplomáticas. Jorge Rodríguez, figura clave en el partido gobernante, denunció esta medida mientras se encontraba en el Palacio Federal Legislativo de Caracas junto a otros líderes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
La decisión estadounidense, anunciada el miércoles, implica revertir parcialmente el alivio de sanciones sobre el sector petrolero venezolano. Esto se fundamenta en la acusación de que el presidente Maduro incumplió compromisos electorales, especialmente relacionados con la inhabilitación de la candidata opositora María Corina Machado, de cara a las próximas elecciones presidenciales.
El Departamento del Tesoro estadounidense estableció como fecha límite el 31 de mayo para que las empresas extranjeras detengan sus operaciones de producción y exportación de petróleo y gas en Venezuela. A partir de entonces, cualquier negocio con la petrolera estatal PDVSA requerirá autorización individual del Tesoro, evaluada caso por caso, lo que podría afectar significativamente la economía venezolana.
La administración de Joe Biden se muestra preocupada por la situación electoral en Venezuela, desde la firma del Acuerdo de Barbados, octubre pasado. Si bien reconocen que se fijó un calendario electoral, critican la descalificación de candidatos opositores, especialmente María Corina Machado y su nominada para sustituirla, Corina Yoris.
Una de las principales preocupaciones de Estados Unidos es la continuada inhabilitación de Machado y el presunto acoso hacia su equipo de campaña. Esto se refleja en la detención de varios miembros del equipo y la existencia de órdenes de arresto en su contra.
El gobierno venezolano, durante los seis meses de alivio de sanciones, amplió los acuerdos con empresas extranjeras, incrementando la producción petrolera en un 18% en el primer trimestre del año. Sin embargo, esta medida de Estados Unidos podría frenar este crecimiento y tener un impacto negativo en la economía del país sudamericano.
En resumen, la reimposición de sanciones por parte de Estados Unidos ha generado tensiones entre ambas naciones, exacerbando las discrepancias políticas y económicas existentes. Mientras tanto, el gobierno chavista sostiene su postura, rechazando las acusaciones y defendiendo su gestión ante la comunidad internacional.