El presidente estadounidense Donald Trump admitió que los trabajadores migrantes que son deportados de Estados Unidos son «difíciles de sustituir» en sectores clave como la agricultura. En una declaración, adelantó que está explorando opciones para permitir que algunos de estos trabajadores regresen legalmente al país.
Trump fue cuestionado sobre el impacto de las deportaciones en la economía, especialmente después del informe de empleo de julio, que reflejó una caída de 1.7 millones de empleos de extranjeros. En respuesta, afirmó que la gente que vive en las ciudades «no hace ese trabajo» y que los migrantes lo hacen «de forma natural».
A pesar de que su Administración busca «sacar criminales», aseguró estar trabajando con los agricultores para que las expulsiones no los afecten. «Son una parte muy importante de este país y no vamos a hacer nada que perjudique a los agricultores», declaró.
Planes para el regreso legal
Trump se mostró abierto a la posibilidad de que algunos migrantes deportados puedan regresar a Estados Unidos con un permiso especial. «En algunos casos, los estamos enviando de vuelta a sus países con un permiso, para que vuelvan legalmente», explicó.
El presidente señaló que estos planes son «muy difíciles de hacer y muy complejos», pero confía en que funcionarán. «Los enviamos de vuelta, y luego estudian, aprenden, y regresan. Regresan legalmente», afirmó.
Esta no es la primera vez que Trump reconoce el posible impacto de su política migratoria en la agricultura, la hotelería y el ocio. En junio, ya había adelantado que buscaría soluciones para paliar los efectos de las deportaciones en estos sectores.
