Washington, D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a generar titulares al donar el primer salario de su segundo mandato a los trabajos de renovación y embellecimiento de la Casa Blanca. Con esta acción, Trump retoma una práctica que ya había implementado durante su primer periodo presidencial, donde cedió la totalidad de su sueldo de 400,000 dólares anuales.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el mandatario expresó su orgullo por esta decisión. «Me enorgullece ser el único presidente (con la posible excepción del gran George Washington) en donar mi salario. Mi primer sueldo fue destinado a la Asociación Histórica de la Casa Blanca, mientras llevamos a cabo las necesarias renovaciones en la hermosa ‘Casa del Pueblo'», escribió. El sueldo de un presidente de Estados Unidos es de 400,000 dólares anuales, según la ley.
Aunque Trump se atribuye la exclusividad de esta generosa práctica, historiadores y registros oficiales señalan que no es el único. Otros presidentes, como Herbert Hoover (1929-1933) y John F. Kennedy (1961-1963), ambos de familias acaudaladas, también donaron sus salarios a organizaciones benéficas y causas sociales. En el caso de George Washington, si bien aceptó un salario como primer presidente, es conocido por haber rechazado su paga durante su servicio militar.
Una Casa Blanca en constante cambio
Desde que regresó a la presidencia en enero, Trump ha impulsado activamente una serie de cambios en la residencia ejecutiva. «Se están realizando grandes mejoras y embellecimientos en la Casa Blanca, a un nivel que no se veía desde su creación original», afirmó en su mensaje.
Entre las renovaciones que ha supervisado el mandatario republicano se incluyen una redecoración del Despacho Oval con decenas de detalles dorados y un aumento en la cantidad de cuadros. Además, ordenó la pavimentación de la emblemática Rosaleda y la instalación de dos mástiles gigantes para izar la bandera estadounidense, modificando una de las zonas más icónicas del recinto.
Más recientemente, se anunció la construcción de un nuevo salón de baile en la residencia, un proyecto ambicioso de unos 8,000 metros cuadrados y con un costo estimado de 200 millones de dólares. Según la Administración, estos fondos han sido cubiertos por donaciones del propio Trump y de otros «patriotas», evitando así el uso de recursos públicos.
