Washington D.C. – La disputa política entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, ha escalado a nuevas alturas. A través de su red social Truth Social, Trump intensificó su amenaza de una intervención federal en Chicago para combatir la inseguridad, después de que el gobernador demócrata rechazara la ayuda del Gobierno.
El mandatario estadounidense criticó duramente a Pritzker por sus recientes declaraciones. “Seis personas fueron asesinadas y 24 personas fueron baleadas en Chicago el fin de semana pasado, y J.B. Pritzker, el débil y patético gobernador de Illinois, acaba de decir que no necesita ayuda para prevenir el CRIMEN”, escribió Trump. “¡¡¡Está LOCO!!! Mejor que lo solucione, RÁPIDO, o iremos en camino”, sentenció.
Chicago se prepara para la confrontación
En respuesta a las amenazas de Trump, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, firmó una orden ejecutiva para proteger a la ciudad de una posible militarización. La medida, llamada «Protegiendo a Chicago», instruye a todos los departamentos de la ciudad, incluido el Departamento de Policía, a no colaborar con el personal militar o los agentes federales en patrullas o en la aplicación de la ley de inmigración.
Johnson, también demócrata, se mostró firme en su postura. “No queremos ver tanques en nuestras calles. No queremos ver familias destrozadas. No queremos que las abuelas sean arrojadas a la parte trasera de furgonetas sin identificar”, declaró el alcalde. Además, la orden ejecutiva instruye al Departamento de Leyes a «seguir todos y cada uno de los mecanismos legales para responsabilizar a esta administración por violar los derechos de Chicago”.
Esta disputa se enmarca en un contexto de creciente tensión entre la administración federal y las ciudades gobernadas por demócratas. El posible despliegue militar en Chicago, similar al que se vio en Washington D.C., podría venir acompañado de un aumento en las redadas contra migrantes indocumentados.
