Minneapolis, Minnesota – El director de una escuela católica en Minneapolis describió el tiroteo que ocurrió en su centro educativo como una «pesadilla», un evento que dejó un saldo trágico de dos niños muertos y 17 heridos. El ataque, que se produjo durante una misa de inicio de curso, ha conmocionado a la comunidad y a todo el país.
El tiroteo tuvo lugar en la escuela La Anunciación, donde los estudiantes y profesores asistían a una misa. El director, Matt Dubois, relató que los hechos se desarrollaron en segundos, mientras un tirador identificado como Robert Westman, de 23 años, disparaba a través de las ventanas de la iglesia con tres armas diferentes. En medio del caos, Dubois destacó el heroísmo del personal y de los estudiantes. «Nuestros maestros fueron héroes. Los niños se agacharon. Los adultos protegían a los niños. Los niños mayores protegían a los menores», afirmó. Las víctimas mortales fueron dos niños de ocho y diez años.
La reacción de las autoridades y la comunidad
El Buró Federal de Investigación (FBI) confirmó que el atacante se quitó la vida después del tiroteo. La dependencia también informó que Westman, pese a la brutalidad de su ataque, no tenía antecedentes penales. Los 17 heridos, que incluyen a 14 niños y tres adultos de alrededor de 80 años, se reportan fuera de peligro.
En señal de solidaridad, la Casa Blanca ordenó que las banderas en todos los edificios públicos y militares de Estados Unidos ondeen a media asta hasta el 31 de agosto. Este gesto subraya la profunda tristeza y el luto que siente la nación por las víctimas de este acto de violencia sin sentido.
