En un preocupante incremento de incidentes, más de 50 aviones comerciales han experimentado problemas en sus sistemas de navegación en las últimas semanas. El epicentro de estas alteraciones se localiza en Oriente Medio, y los especialistas advierten sobre los riesgos que implica esta vulnerabilidad, aún sin una solución a la vista.
Uno de los casos más notables ocurrió en septiembre pasado, cuando un Embraer 650 con destino a Dubái estuvo a punto de ingresar al espacio aéreo iraní sin autorización debido a fallos en su sistema de navegación. El piloto automático se vio comprometido debido a la adulteración de señales GPS en dos unidades de navegación del avión y en los iPad del piloto y copiloto. «Solo nos dimos cuenta de que había un problema porque el piloto automático comenzó a girar a la izquierda y a la derecha», comentó la tripulación tras el incidente, que no es un caso aislado.
La organización OPSGROUP, integrada por pilotos y técnicos de vuelo, ha registrado más de 50 incidentes similares en las últimas cinco semanas, mayormente en Oriente Medio. Aunque la interferencia de señales GPS es común en la región, la manipulación directa es una nueva y peligrosa adición.
Los expertos advierten sobre la incapacidad de las aeronaves modernas para detectar esta manipulación, lo que podría afectar gravemente los sistemas de navegación de los aviones de pasajeros. Incidentes como el del Bombardier Challenger 604, que experimentó fallas en sus sistemas de navegación mientras se dirigía a Qatar, muestran cómo la falta de GPS y datos erróneos en sistemas clave afectan la seguridad del vuelo, obligando a los pilotos a depender únicamente del control de tráfico aéreo para mantener la trayectoria.
«Si la tripulación detecta algo mal, su único recurso es depender del tráfico aéreo», mencionó Todd Humphreys, profesor de la Universidad de Texas en Austin. Sin embargo, actualmente no existe una solución concreta para prevenir estos ataques, dejando a las aerolíneas con pocas opciones de defensa.
Identificar a los responsables detrás de estos ataques es un desafío. Aunque se sospecha de Rusia, que ha utilizado métodos similares en conflictos como el de Siria y Ucrania, la atribución específica sigue siendo difícil de determinar.
La comunidad internacional y las autoridades aéreas se enfrentan a un desafío creciente: garantizar la seguridad de los aviones comerciales frente a ataques cibernéticos que comprometen su navegación. Con la ausencia de una solución clara, la industria se encuentra en un estado de alerta constante para mitigar estos riesgos y proteger la integridad de los vuelos comerciales en todo el mundo.
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