GALVESTON, EE.UU. – Una aeronave de la Secretaría de Marina (Semar) que realizaba un traslado médico de emergencia se accidentó la tarde de este lunes 22 de diciembre en las inmediaciones de la Bahía de Galveston, Texas. El saldo preliminar, confirmado por autoridades de ambos países, es de cinco personas fallecidas, dos sobrevivientes y una más desaparecida.
Los detalles del siniestro
La aeronave, un modelo King Air con matrícula ANX-1209, perdió contacto con los radares alrededor de las 15:00 horas (tiempo local) mientras realizaba su aproximación al Aeropuerto Internacional Scholes. Según los primeros reportes, el área presentaba una densa niebla que pudo haber dificultado las maniobras de aterrizaje, provocando que el avión cayera en aguas de la bahía.
En la unidad viajaban un total de ocho personas:
- 4 tripulantes de la Armada de México.
- 4 civiles, entre ellos personal médico y un paciente pediátrico.
Una misión de esperanza interrumpida
El vuelo formaba parte del «Plan Marina» y se realizaba en estrecha colaboración con la Fundación Michou y Mau. El objetivo era trasladar de manera urgente a un menor de edad con quemaduras severas hacia el Hospital Shriners para Niños en Galveston, un centro especializado de referencia mundial.
Se ha dado a conocer que el paciente era un niño de dos años originario de Campeche, quien presentaba quemaduras en el 40% de su cuerpo tras un accidente doméstico y buscaba una oportunidad de tratamiento especializado en los Estados Unidos.
Labores de rescate y respuesta oficial
Tras el impacto, la Guardia Costera de los Estados Unidos, en coordinación con la policía local y equipos de rescate de Galveston, activaron protocolos de búsqueda por mar y aire.
«La Secretaría de Marina lamenta profundamente este suceso y se encuentra brindando todo el apoyo a los familiares de las víctimas. Se realizarán las investigaciones correspondientes para determinar las causas exactas del accidente», informó la dependencia en un comunicado.
El Consulado General de México en Houston ya interviene para agilizar los trámites legales y de repatriación, mientras los dos sobrevivientes permanecen bajo observación médica en hospitales locales. Las autoridades estadounidenses (FAA y NTSB) colaborarán con México para determinar si las condiciones climáticas o una falla mecánica originaron el desplome.


