Unos cinco mil migrantes salieron esta mañana en caravana desde Tapachula, Chiapas, en busca de avanzar hacia el norte y llegar a la frontera con Estados Unidos. Aunque los organizadores hablan de más de seis mil personas y estimaciones de la policía local dicen que son unos 4 mil extranjeros.
Esta caravana está integrada en su mayoría por migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba. Los extranjeros tomaron la carretera federal Tapachula-Arriaga para salir de la ciudad fronteriza con Guatemala. Irineo Mújica, de la organización Pueblo Sin Fronteras, informó que antes de partir, enviaron un documento formal al titular del Instituto Nacional de Migración para que les otorgaran permisos de tránsito a los migrantes y evitar que se vieran obligados a caminar, pero no obtuvieron respuesta.
Ante esta situación, decidieron emprender el viaje, ya que en la frontera sur no hay empleo, y los trámites de regularización ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y el Instituto Nacional de Migración pueden tardar de seis meses a un año. Mújica expresó su preocupación y afirmó que el Gobierno Federal está tratando de contener algo que es incontenible, ya que el flujo de migrantes es constante y en aumento.
El hondureño Carlos Eduardo Martínez se unió a la caravana después de una semana de buscar empleo en Tapachula sin éxito y debido a que su cita en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados estaba programada para tres meses. Señaló que no podía seguir esperando sin dinero y durmiendo en la calle. Espera que el gobierno los ayude y no los detenga en su travesía.
José Alberto María de Guatemala decidió migrar debido a la extorsión que sufrió por parte de las Maras Salvatruchas mientras trabajaba como ayudante de chofer en autobuses del transporte público. El ingreso que obtenía ya no era suficiente para mantener a su familia. El hombre de 48 años describió que el cobro de piso semanal era insostenible, y a menudo le quedaban apenas unos pocos quetzales para el gasto de su hogar.
La caravana, custodiada por patrullas estatales y federales para agilizar el tráfico vehicular, hará escala en la comunidad de Álvaro Obregón, a unos 15 kilómetros de la ciudad para continuar después hacia Huehuetán. La situación de estos migrantes pone de manifiesto los desafíos a los que se enfrentan en su búsqueda de mejores condiciones de vida en un país extranjero.
Por: Ingrid Castillo