París enfrenta una plaga de chinches que preocupa debido a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en nueve meses. Estos insectos se esconden, chupan sangre y pueden viajar en ropa o mochilas. El gobierno está tomando medidas para abordar el problema y desmitificar la psicosis nacional. Aunque ha habido informes y videos en redes sociales, se afirma que no hay un aumento significativo de casos.
Las chinches son resistentes y pueden sobrevivir sin comer durante un año. Están presentes en más del 10% de las viviendas en Francia y no discriminan en función de la higiene. Empresas especializadas las erradican con vapor caliente o congelación. El público reacciona rápidamente a las picaduras, lo que ha generado preocupación.
El problema de las chinches es antiguo y se ha vuelto más grave debido a la prohibición de insecticidas tóxicos. Se propagan gracias al comercio y al turismo, lo que presenta un desafío adicional para los Juegos Olímpicos de París. El ministro del transporte busca calmar los temores del público, pero reconoce que estas chinches son difíciles de controlar.