El hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán López, fue extraditado a Estados Unidos este viernes, confirmó el Fiscal General estadounidense, Merrick B. Garland.
Guzmán, de 32 años, fue detenido en Culiacán, Sinaloa, México, el 5 de enero de 2019, pero fue liberado horas después después de que el Cártel de Sinaloa desató una ola de violencia en la ciudad.
Su extradición se produjo después de una larga batalla legal, en la que Guzmán López presentó varios amparos para evitar ser enviado a Estados Unidos.
Guzmán López está acusado en Estados Unidos de cargos de narcotráfico, incluyendo la distribución de cocaína, metanfetamina y mariguana. También está acusado de tráfico de armas y de lavado de dinero.
La extradición de Guzmán López es un golpe significativo para el Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos de México.
¿Qué implica la extradición de Ovidio Guzmán?
La extradición de Ovidio Guzmán es un golpe significativo para el Cártel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos de México. Guzmán López era considerado uno de los principales líderes del cártel, y su captura había sido un golpe para la organización.
La extradición también es un paso importante en la cooperación entre Estados Unidos y México en la lucha contra el narcotráfico. Guzmán López está acusado de una serie de delitos en Estados Unidos, y su extradición permitirá a las autoridades estadounidenses juzgarlo y, en caso de ser declarado culpable, sentenciarlo.
La extradición de Guzmán López también es un mensaje a otros narcotraficantes en México. Las autoridades mexicanas y estadounidenses están decididas a llevar ante la justicia a los responsables del narcotráfico, y la extradición de Guzmán López muestra que no habrá impunidad para estos delincuentes.
Por Patricio Álvarez