Miles de niños y niñas de Gaza se encuentran atrapados en una situación catastrófica tras la escalada de hostilidades entre Israel y Hamás. Según reportes, miles de niños y niñas han muerto y otros miles han resultado heridos desde el comienzo de la guerra.
Las familias de Gaza se han visto privadas de agua, alimentos, medicinas y otros elementos esenciales, incluso de acceso seguro a hospitales. UNICEF pide un alto al fuego humanitario inmediato y un acceso humanitario ininterrumpido para que la ayuda llegue a los niños y niñas necesitadas.
«Los niños y niñas de Gaza están sufriendo un sufrimiento inimaginable», dijo Peter Salama, director regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África. «La guerra está teniendo un impacto devastador en sus vidas, y es vital que se tomen medidas urgentes para protegerlos».
Los niños y niñas de Gaza están especialmente vulnerables a los efectos de la guerra. Están expuestos a la violencia, la muerte, las lesiones, la enfermedad y la desnutrición. También están en riesgo de ser reclutados por grupos armados o de caer en manos de traficantes de personas.
«En todas las guerras, son los niños y niñas los que más sufren», dijo Salama. «El tiempo se acaba. Los niños están muriendo a un ritmo alarmante y se les está negando sus derechos básicos».
UNICEF está trabajando para brindar asistencia humanitaria a los niños y niñas de Gaza. La organización ha enviado suministros de emergencia, como agua, alimentos, medicinas y kits de higiene, y está trabajando para brindar apoyo psicosocial a los niños y niñas afectados por la guerra.
«Incluso las guerras tienen reglas», dijo Salama. «Los hospitales y las escuelas deben estar protegidos de los bombardeos y no deben utilizarse con fines militares. Se debe proteger a los civiles, en particular a los niños y niñas, y se deben hacer todos los esfuerzos posibles para protegerlos en todas las circunstancias».
UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en conflicto para que pongan fin a la violencia y protejan a los niños y niñas de Gaza.
Por: Patricio Álvarez.