La NASA logró por primera vez en su historia traer a la Tierra restos de un asteroide, poniendo fin a un viaje de siete años. La cápsula de la misión Osiris-Rex aterrizó a las 08:52 hora local (14:52 GMT) en el desierto de Utah (Estados Unidos), y contenía más de 60 gramos de polvo y rocas del asteroide Bennu.
La misión Osiris-Rex fue lanzada en septiembre de 2016 y llegó a Bennu en diciembre de 2018. Durante dos años, la nave espacial investigó el asteroide, tomando muestras de su superficie y analizando su composición. En octubre de 2020, Osiris-Rex lanzó la cápsula de retorno, que aterrizó en la Tierra el pasado domingo.
Los científicos esperan que las muestras de Bennu proporcionen información valiosa sobre el origen y la evolución del sistema solar. Bennu es un asteroide primitivo, que se formó hace unos 4.500 millones de años. Su composición es similar a la de los primeros materiales que se formaron en el sistema solar.
Las muestras de Bennu se trasladarán al Laboratorio de Investigación de Materiales de la NASA en Johnson Space Center, en Houston, Texas. Allí, los científicos las analizarán para determinar su composición química y mineralógica. También estudiarán su historia evolutiva, para comprender cómo se formó el sistema solar.
El éxito de la misión Osiris-Rex es un hito importante en la exploración espacial. Es la primera vez que una nave espacial ha logrado traer a la Tierra muestras de un asteroide. Este logro abre la puerta a futuras misiones que podrían traer muestras de otros asteroides y cometas, proporcionando información aún más valiosa sobre el origen de la vida y el universo.