
Ciudad de Gaza – Cinco periodistas de la cadena Al Jazeera murieron en un bombardeo israelí que impactó su carpa, la cual estaba debidamente señalada con insignias de prensa. El ataque, que ocurrió junto al hospital Shifa, cobró la vida de dos corresponsales y tres camarógrafos, elevando a 10 el número de periodistas de la cadena muertos desde el inicio de la ofensiva israelí.
Uno de los fallecidos, el periodista palestino Anas al Sharif, de 28 años, era una de las voces más destacadas del canal en el enclave. En su cuenta de X, Al Sharif había escrito un mensaje que se ha interpretado como su último testamento: «Si estas palabras te llegan debes saber que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz… No se olviden de Gaza… Y no me olviden en sus sinceras oraciones de perdón y aceptación».
Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó su horror por la muerte de los informadores, mientras que el sindicato de periodistas palestinos eleva la cifra de profesionales de la información asesinados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a 232.
Acusaciones de Israel y contexto de la guerra
El gobierno de Israel, por su parte, afirmó en un comunicado que Anas al Sharif era jefe de una célula terrorista de Hamas y responsable de ataques con cohetes contra civiles israelíes y tropas de las FDI, citando supuestos documentos y pruebas de inteligencia.
El bombardeo ocurrió en un momento en que el número de muertos en la Franja ha llegado a 61,258, y los decesos por desnutrición se han elevado a 217, incluyendo a 100 menores. En una sesión de emergencia de la ONU, Estados Unidos justificó las acciones de Israel, argumentando que Tel Aviv tiene derecho a decidir lo necesario para su seguridad.
Paradójicamente, antes de este ataque, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había anunciado la autorización para que más periodistas extranjeros ingresen a Gaza.