El terremoto de magnitud 6,8 que sacudió la región de Marrakech, en el sur de Marruecos, el 8 de septiembre de 2023, fue un evento sísmico inusualmente fuerte para la zona. Aunque la región ha experimentado terremotos en el pasado, nunca antes se había registrado un evento de esta magnitud.
El terremoto se produjo a las 23:11 hora local (22:11 GMT) y tuvo su epicentro a 71 kilómetros al suroeste de Marrakech, a una profundidad de 18,5 kilómetros. El terremoto se sintió en gran parte de Marruecos, así como en España, Portugal y Argelia.
Las autoridades marroquíes informaron de que el terremoto causó la muerte de más de 1000 personas y heridas a más de 1200. Se produjeron daños generalizados en edificios e infraestructuras en la región de Marrakech, así como en otras partes de Marruecos.
El sismólogo del Instituto Geográfico Nacional de España (IGN), Carlos González, señaló que el terremoto «no era esperado» porque, aunque históricamente en la zona ha habido seísmos, nunca antes habían alcanzado tanta fuerza.
González apuntó que la causa del terremoto podría estar en una falla, denominada Atlas Sur, que está cartografiada pero que no se esperaba que llegara a superar magnitudes de 6,4.
El terremoto también se sintió en España, donde se registraron daños menores en edificios e infraestructuras. El IGN informó de que el terremoto se sintió en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla.
González subrayó que la escala sismológica de Richter, que asigna un número para cuantificar la energía que libera un terremoto, no tiene límites. Por lo tanto, un terremoto de magnitud 6,8 es una ocurrencia inusual en la región de Marrakech, pero no es imposible.
El sismólogo también explicó que la capacidad de devastación de un terremoto depende de varios factores, incluyendo la resistencia de las construcciones, la profundidad del terremoto y la distancia a la que se produce.
En el caso del terremoto de Marrakech, el hecho de que se produjera a poca profundidad contribuyó a que los daños fueran mayores.