Israel colocó explosivos en una partida de dispositivos buscapersonas fabricados en Taiwán y vendidos al grupo terrorista Hezbola del Líbano, que explotaron este martes causando miles de heridos y 12 muertos, informó The New York Times.
Hezbola adquirió 3.000 aparatos buscapersonas a la empresa taiwanesa Gold Apollo, que fueron manipulados por Israel antes de llegar al Líbano. Los explosivos fueron introducidos junto a la batería de cada uno de los aparatos buscapersonas con un mecanismo que pudiera hacerlos estallar de manera remota. Este martes los dispositivos recibieron un mensaje que simulaba provenir de las autoridades del grupo chií Hezbola, cuyo objetivo era activar la explosión de los dispositivos, dejando hasta el momento al menos 12 muertos y más de 2.800 heridos, asegura el Ministerio de Salud del Líbano. Los aparatos estaban programados para emitir un pitido durante varios segundos antes del estallido. El material explosivo de cada dispositivo manipulado pesaba de 28 a 56 gramos.
Hezbola y el Ministerio de Exteriores libanés responsabilizaron del suceso a un “ataque cibernético israelí, en que han sido detonados un gran número de mensáfonos”, si bien las autoridades hebreas no se han pronunciado sobre su autoría.
El Gobierno de Tel Aviv suele mantener la ambigüedad ante operaciones de este tipo.
Por su parte, Washington ha negado cualquier intervención en la operación y ha subrayado su completo desconocimiento de la misma.