Israel ha declarado el estado de guerra y ha movilizado a sus reservistas tras una ola de ataques con cohetes, algunos de largo alcance, lanzada esta madrugada por las milicias del movimiento islamista palestino Hamás desde la Franja de Gaza, acompañada de una incursión de sus efectivos en territorio de Israel. La respuesta de Israel no se ha hecho esperar y ha dado inicio a una contraofensiva que está dejando centenares de palestinos muertos y bombardeos masivos en represalia al ataque.
La ofensiva de Hamás, denominada «Tormenta de Al Aqsa», se ha producido en respuesta a la constante «desecración» de la Explanada de las Mezquitas por parte de los israelíes así como de meses de violencia contra la población palestina en Cisjordania.
Según el Ministerio de Sanidad israelí, al menos 300 personas han muerto y 1.590 han resultado heridas en el territorio israelí como consecuencia de los ataques de Hamás. Las autoridades palestinas han confirmado hasta el momento 198 fallecidos como consecuencia de los ataques de represalia israelíes sobre la Franja de Gaza, mientras las milicias palestinas aseguran que tienen a decenas de rehenes apresados en los ataques.
El gabinete de seguridad de Israel ha manifestado este domingo que ha tomado una serie de «decisiones operativas destinadas a provocar la destrucción de las capacidades militares y gubernamentales» de Hamás. Entre las decisiones tomadas por el gabinete se encuentra detener el suministro de electricidad, combustible y bienes a la Franja de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que su país se está «embarcando en una guerra larga y difícil», impuesta por Hamás.
La escalada de violencia en la zona es la más grave desde la guerra de 2014.
Se teme que la guerra pueda extenderse a otros territorios palestinos, como Cisjordania, o incluso a otros países de la región.
Las Naciones Unidas han hecho un llamamiento a un alto el fuego inmediato, pero hasta el momento no ha habido respuesta por parte de ninguna de las partes.
El conflicto palestino-israelí es uno de los más antiguos y complejos del mundo.
Las dos partes llevan décadas enfrentadas por el control del territorio palestino.
Los palestinos reclaman la creación de un Estado independiente en los territorios ocupados por Israel en 1967, mientras que los israelíes insisten en mantener la soberanía sobre Jerusalén Este, que los palestinos reclaman como su capital.
La situación en la zona es muy tensa y cualquier incidente puede desencadenar una escalada de violencia.
Por: Patricio Álvarez
