Despedido por su audaz acción, trabajador de Museo cuelga su obra

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Un técnico de exposiciones de 51 años logró temporalmente su sueño de exhibir su arte en un renombrado museo alemán. Sin embargo, su acto de audacia pronto se convirtió en un problema laboral y legal de proporciones considerables.

Este autodenominado «artista freelance» llevó a cabo una maniobra clandestina al introducir uno de sus cuadros en la Pinakothek der Moderne de Múnich y colgarlo en una de las paredes de la galería. Su empleo en el museo le otorgaba acceso fuera del horario de apertura, lo que facilitó su intrusión sin ser detectado. Pero la exhibición clandestina fue efímera: los guardias de seguridad pronto descubrieron el cuadro y procedieron a desmontar la exposición, lo que culminó en el despido del hombre.

A pesar de que el cuadro estuvo expuesto por un breve período, su colocación no autorizada causó daños materiales a la pared de la exposición, lo que desencadenó una investigación policial por daños a la propiedad. El hombre se enfrenta ahora a posibles repercusiones legales que podrían resultar en una multa o incluso en una pena de prisión de hasta dos años.

El museo, a través de su portavoz de prensa, Tine Nehler, afirmó que los supervisores habrían detectado rápidamente la irregularidad, aunque se desconoce el contenido o la naturaleza del cuadro. La reacción de la policía de Múnich fue inmediata, anunciando el inicio de acciones legales contra el infractor.

En un intento de asumir la responsabilidad por su acción, el hombre confesó sus acciones en un correo electrónico al museo, identificándose como un artista independiente. Sin embargo, su confesión solo exacerbó su situación, ya que el personal de seguridad del museo lo denunció a las autoridades pertinentes.

Como resultado de su despido, se le prohibió al hombre la entrada al museo como parte de los términos de su rescisión laboral. Este incidente no es único en la escena artística alemana, ya que se informa de un caso similar en el Bundeskunsthalle de Bonn, donde una estudiante también logró colgar una obra de arte no autorizada en la galería.

Sin embargo, a diferencia de la reacción severa del museo de Múnich, el Bundeskunsthalle de Bonn optó por un enfoque más humorístico, expresando su interés en conocer al artista detrás del acto. Su invitación a través de las redes sociales demuestra una actitud más relajada hacia el incidente, reflejando la diversidad de respuestas dentro de la comunidad artística ante situaciones similares.r

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