Desencadenan una ola de denuncias por maltrato estudiantil en Chile

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La tragedia golpeó con fuerza el 16 de marzo, cuando Carolina Cors encontró a su hija Catalina sin vida, dejando una nota desgarradora que explicaba su decisión de no poder soportar más dolor.

Tras este devastador suceso, la familia decidió revelar públicamente que Catalina había sufrido abuso y maltrato durante su internado como estudiante de Terapia Ocupacional en la Universidad de Los Andes, una reconocida institución educativa chilena.

Según la madre de Catalina, estos episodios de maltrato desencadenaron una profunda depresión en la joven, llevándola finalmente al suicidio. Este caso ha estremecido a la comunidad académica en Chile, desatando una ola de denuncias sobre abusos hacia estudiantes, especialmente en el ámbito de la salud.

Las autoridades gubernamentales chilenas han respondido con acción: la Superintendencia de Educación Superior (SES) ha solicitado a la Universidad de Los Andes información detallada sobre el caso y se compromete a modificar la normativa para combatir el maltrato y el acoso en los campus clínicos.

La universidad, por su parte, ha iniciado una investigación interna y ha apartado a los tutores implicados mientras se esclarecen los hechos.

Catalina con compañeras universitarias

La historia de Catalina se difundió ampliamente a través de las redes sociales, generando una avalancha de testimonios similares. La cuenta de Instagram «JusticiaxCatalina«, creada por sus familiares, reveló detalles desgarradores de su experiencia, desatando una corriente de solidaridad y apoyo. Pronto, miles de personas compartieron sus propias vivencias de abuso y maltrato en entornos académicos de salud.

La prensa chilena también ha dado cobertura a este caso, mientras que en la Universidad de Los Andes, los estudiantes han protestado exigiendo justicia para Catalina y el fin de los abusos.

Estos testimonios no son aislados. Muchos estudiantes y profesionales de la salud han compartido experiencias similares de maltrato durante sus prácticas clínicas. Aunque algunos tutores se comportan con empatía y respeto, el maltrato ha sido normalizado en muchos casos.

Este fenómeno no es exclusivo de Chile. En el Reino Unido, por ejemplo, se ha documentado intimidación y abuso en el ámbito médico. El impacto emocional y psicológico de estas experiencias puede ser devastador para los estudiantes.

Expertos coinciden en que es necesario revisar y aplicar adecuadamente las políticas y protocolos existentes para abordar este problema. El caso de Catalina ha puesto de manifiesto la urgencia de tomar medidas para proteger la salud mental de los estudiantes y promover un ambiente educativo respetuoso.

A pesar del dolor, la madre de Catalina espera que su legado sea un cambio significativo en la manera en que se trata el maltrato en los entornos académicos de salud en Chile y en todo el mundo.

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