El ejército israelí está explorando una novedosa alternativa para enfrentar el desafío de los túneles utilizados por grupos como Hamas en la Franja de Gaza. Se trata de las llamadas «bombas de esponja», un tipo de químico que se endurece rápidamente para sellar túneles sin la necesidad de recurrir a explosivos.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el ejército israelí en su lucha contra Hamas es la extensa red de túneles que los grupos terroristas utilizan para moverse de manera sigilosa en la región. La anulación de esta red implica un proceso que va desde la identificación e inteligencia hasta la inutilización de los túneles. La estrategia comúnmente empleada es el bombardeo de estos túneles, pero esto conlleva riesgos significativos y no garantiza la precisión necesaria.
La alternativa que se está explorando es el uso de «bombas de esponja». Estas bombas contienen una mezcla química que se endurece rápidamente cuando se activa el dispositivo. Son lo suficientemente pequeñas y ligeras como para ser colocadas por un individuo o incluso arrojadas. Aunque no se ha confirmado oficialmente, se tienen antecedentes del uso de dispositivos que generan espuma dura o muy pegajosa por parte de fuerzas militares y de seguridad, como el ejército de Estados Unidos en el conflicto de Somalia en la década de los 1990.
En la base militar de Tze’Elim, cerca de la frontera con Gaza, se están llevando a cabo ensayos para utilizar estas bombas de esponja. El resultado final de este químico es similar a una esponja utilizada en construcción como aislante, pero con una dureza que se asemeja a la de una roca.
Aunque estas bombas de esponja no destruirían los túneles, los inutilizarían durante un tiempo prolongado, lo que reduciría los riesgos y mejoraría la capacidad de respuesta. Cabe destacar que muchas espumas químicas, incluso las no diseñadas para endurecerse, pueden causar lesiones oculares, lo que subraya la necesidad de un manejo adecuado de esta tecnología.
Es importante señalar que este tipo de dispositivos no son imposibles de desarrollar y podrían automatizarse para su uso más eficiente. Además, se ha trabajado en capacidades similares para el control de multitudes no letales en el pasado.
Por: Ingrid Castillo
