Los medicamentos contra la depresión y la ansiedad son una parte importante del tratamiento de estas enfermedades. Sin embargo, es importante tomarlos de forma adecuada, ya que dejar de tomarlos de repente puede tener consecuencias graves.
Cuando una persona deja de tomar de repente los medicamentos contra la depresión y la ansiedad, puede experimentar lo siguiente:
- Recaída de los síntomas: Los síntomas de la depresión o la ansiedad pueden volver a aparecer, incluso con mayor intensidad que antes de empezar a tomar los medicamentos.
- Síndrome de abstinencia: Este síndrome puede causar una serie de síntomas físicos y psicológicos, como náuseas, vómitos, mareos, insomnio, irritabilidad, ansiedad, y depresión.
- Aumento del riesgo de suicidio: Las personas que dejan de tomar los medicamentos contra la depresión tienen un mayor riesgo de suicidio.
Las consecuencias graves de dejar de tomar de repente los medicamentos contra la depresión y la ansiedad pueden incluir:
- Recaída en la depresión: La depresión es una enfermedad crónica que puede durar toda la vida. Si una persona deja de tomar los medicamentos contra la depresión, es más probable que recaiga en la enfermedad.
- Recaída en la ansiedad: La ansiedad es una enfermedad crónica que puede causar mucho malestar. Si una persona deja de tomar los medicamentos contra la ansiedad, es más probable que recaiga en la enfermedad.
- Suicidio: El suicidio es una de las principales causas de muerte entre las personas con depresión. Si una persona deja de tomar los medicamentos contra la depresión, es más probable que se suicide.
Si está pensando en dejar de tomar los medicamentos contra la depresión o la ansiedad, es importante hablar con su médico. El médico puede ayudarle a desarrollar un plan de deshabituación gradual que le ayude a evitar los síntomas de abstinencia y el aumento del riesgo de suicidio.