En un giro significativo de los acontecimientos políticos en Ecuador, el empresario Daniel Noboa Azín ha emergido como el vencedor en las elecciones presidenciales de este 15 de octubre, con el 90% de los votos escrutados. A sus 35 años de edad, Noboa se convertirá en el presidente más joven de la historia del país. La contienda electoral estuvo marcada por una participación activa, con diez millones de ecuatorianos emitiendo su voto, representando una parte sustancial de los 13,4 millones de ciudadanos habilitados para votar.
Con el respaldo mayoritario de la región sierra, incluyendo la provincia de Pichincha que alberga la capital Quito, así como el apoyo de la región amazónica y la región Insular, Noboa logró asegurar el 52,2% de los votos, dejando atrás a la candidata correísta Luisa González, quien obtuvo el 47,7% de los sufragios. Es importante destacar que la costa ecuatoriana se alineó mayoritariamente con González en las urnas.
La victoria de Noboa se da en un contexto desafiante, ya que el país se enfrenta a múltiples crisis, siendo la seguridad la principal preocupación de los ciudadanos debido a la creciente ola de violencia que azota la nación. Con la presidencia asegurada hasta mayo de 2025, Noboa hereda la responsabilidad de abordar estas complejas problemáticas, incluso con un mandato de menos de un año y medio tras las elecciones anticipadas convocadas por el presidente saliente Guillermo Lasso, quien disolvió la Asamblea Nacional para establecer este proceso electoral.
La candidata Luisa González ha reconocido abiertamente su derrota y ha felicitado a Noboa por su victoria, allanando así el camino para una transición pacífica de poder. Mientras tanto, los ojos de la nación y de la comunidad internacional se centran en las estrategias que el nuevo presidente implementará para superar los desafíos actuales y promover el progreso de Ecuador en los próximos años.
Por: Ingrid Castillo