La jefa del Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió que la demanda de alimentos sube sin cesar mientras los fondos humanitarios se agotan.
Nueva York, 22 de septiembre de 2023 – La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain, advirtió el jueves que la crisis global de hambre está empeorando y que la demanda de alimentos sube sin cesar mientras los fondos humanitarios se agotan.
En un discurso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, McCain dijo que más de 700 millones de personas en todo el mundo no saben cuándo volverán a comer de nuevo o si podrán hacerlo.
«Ahora vivimos una serie de crisis coincidentes y a largo plazo que seguirán aumentando las necesidades humanitarias», afirmó. «Esta es la nueva realidad de la comunidad humanitaria, nuestra nueva normalidad, y nos enfrentaremos a las consecuencias durante años».
La agencia estima que cerca de 47 millones de personas en más de 50 países están a un paso de la hambruna y que 45 millones de niños de menos de cinco años sufren desnutrición aguda.
Según las estimaciones del PMA, hasta 783 millones de personas — uno de cada 10 habitantes del planeta — se acuesta con hambre cada noche. Más de 345 millones de personas sufren altos niveles de inseguridad alimentaria este año, unos 200 millones de más que antes de la pandemia del COVID-19.
En la base del incremento está la «letal combinación de conflictos, crisis económicas, condiciones climáticas extremas y el alza del precio de los fertilizantes», indicó el PMA.
Las consecuencias económicas de la pandemia y de la guerra de Rusia en Ucrania han elevado el precio de los alimentos haciéndolos inaccesibles para millones de personas en todo el mundo, al tiempo que el alza de los fertilizantes ha reducido la producción de maíz, arroz, soya y trigo.
McCain dijo que el PMA se ha visto obligado a recortar las raciones de alimentos a millones de personas debido a la falta de financiamiento.
«Hay más recortes en camino», advirtió.
La directora ejecutiva del PMA instó a los gobiernos y a la comunidad empresarial a aumentar su apoyo a la labor humanitaria.
«Nuestro desafío colectivo es impulsar las asociaciones ambiciosas y multisectoriales que nos permitan atajar el hambre y la pobreza de forma eficaz, y reducir las necesidades humanitarias en el largo plazo», dijo.
El consejero delegado de Mastercard, Michael Miebach, dijo al Consejo que «la ayuda humanitaria ha sido durante mucho tiempo competencia de los gobiernos» y las instituciones de desarrollo, mientras que el sector privado era visto como una fuente de donaciones para suministros.
«El dinero sigue siendo importante, pero las empresas pueden ofrecer mucho más», afirmó. «El sector privado está dispuesto a afrontar los retos que se plantean en colaboración con el sector público».
La embajadora de Emiratos Árabes Unidos ante la ONU, Lana Nusseibeh, recordó que este año la ONU hizo un llamado para conseguir más de 54.000 millones de dólares, «y, hasta ahora, el 80% de esos fondos siguen sin recaudarse», lo que demuestra que «nos enfrentamos a un sistema en crisis».
Según Nusseibeh, las asociaciones entre los sectores público y privado, que antes eran colaboraciones útiles, son ahora cruciales para la labor humanitaria.
Por: Patricio Álvarez.