Una corte federal estadounidense bloqueó este miércoles gran parte de la política arancelaria impulsada por el expresidente Donald Trump, al considerar que excede los poderes conferidos por el Congreso al Ejecutivo. El fallo provino de un panel de tres jueces de la Corte de Comercio Internacional, que concluyó que la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977 (IEEPA) no otorga autoridad “ilimitada” al presidente para imponer aranceles.
“El Congreso no delegó un poder sin restricciones al Ejecutivo para regular importaciones mediante la IEEPA”, señaló el dictamen. En consecuencia, la corte declaró inconstitucionales los aranceles globales y de represalia aplicados bajo esa norma, incluyendo los impuestos a Canadá, México y China, así como los anunciados el 2 de abril durante lo que Trump denominó el “Día de la Liberación”.
El fallo se da tras dos demandas presentadas por empresas y estados que argumentaron que el entonces presidente violó la Constitución al sobrepasar sus atribuciones. Los magistrados ordenaron la suspensión permanente de las medidas arancelarias basadas en la IEEPA, enfatizando que no se pueden usar poderes de emergencia para imponer políticas comerciales unilaterales.
La decisión llega en un contexto de tensión económica, donde varios de los aranceles ya se encontraban en pausa tras generar una fuerte reacción negativa en los mercados. El 9 de abril, Trump había reducido temporalmente los gravámenes al 10 % con el fin de renegociar acuerdos bilaterales.
Desde la Casa Blanca, el portavoz Kush Desai anticipó que se apelará el fallo. En declaraciones a CNBC, criticó que “no es trabajo de jueces no electos decidir cómo abordar una emergencia nacional”, reiterando que la política arancelaria respondía a una crisis generada por el déficit comercial con otras naciones.
El panel judicial estuvo conformado por jueces designados por los expresidentes Ronald Reagan, Barack Obama y el propio Donald Trump, según informó The Hill.
Los mercados financieros celebraron el fallo: Wall Street cerró con alzas superiores al 1 % en operaciones electrónicas posteriores, al disiparse parte de la incertidumbre que rodeaba la política arancelaria.
