
Washington, D.C. – La Guardia Costera de Estados Unidos ha concluido su investigación sobre la implosión del sumergible Titán, que en 2023 causó la muerte de cinco personas durante una expedición a los restos del Titanic. El informe final de la Junta de Investigación Marina, publicado recientemente, es contundente: la tragedia pudo haberse evitado.
«Este siniestro marítimo y la pérdida de cinco vidas se pudieron evitar», afirmó Jason Neubauer, responsable de la investigación que se extendió por dos años. La conclusión de los expertos apunta a múltiples fallas y negligencias por parte de OceanGate, la empresa operadora del sumergible.
Fallas en el diseño y falta de supervisión
La investigación identificó varios factores cruciales que contribuyeron al accidente. Entre los más destacados se encuentran el diseño inadecuado del sumergible y la falta de certificación oficial. Además, se determinó que el mantenimiento deficiente y la ausencia de inspecciones rigurosas jugaron un papel clave en el desenlace fatal. La junta también señaló que OceanGate «no investigó ni abordó adecuadamente» las anomalías que ya habían ocurrido en una expedición anterior en 2022.
El informe revela que el sistema de monitoreo en tiempo real del Titán generó datos que debieron ser analizados, pero no se les dio la debida atención. Esto sugiere que la empresa no solo ignoró las advertencias de seguridad, sino que también falló en utilizar la información técnica disponible para prevenir la tragedia.
La implosión del sumergible, que ocurrió el 18 de junio de 2023, conmocionó al mundo. Tras días de una intensa búsqueda internacional, la Guardia Costera estadounidense confirmó que el sumergible había implosionado, acabando con la vida de los cinco tripulantes: el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush; el empresario británico Hamish Harding; el experto francés en el Titanic, Paul-Henry Nargeolet; y el empresario paquistaní-británico Shahzada Dawood junto a su hijo Suleman.
Recomendaciones para el futuro
A raíz de esta tragedia, la Guardia Costera de EE. UU. ha emitido una serie de recomendaciones para fortalecer la seguridad en futuras expediciones submarinas. Estas incluyen:
- Reforzar la regulación y supervisión de sumergibles a nivel global.
- Ampliar los requisitos de seguridad para inmersiones científicas y comerciales.
- Exigir documentación detallada para todos los sumergibles estadounidenses.
- Aumentar el personal para mejorar la supervisión e inspección de nuevas construcciones.
- Establecer planes de buceo y emergencia, así como evaluar las capacidades de rescate submarino.
- Establecer normas internacionales que garanticen la seguridad en la industria de los sumergibles.
La familia de Paul-Henri Nargeolet ya ha presentado una demanda por negligencia contra OceanGate, alegando que la empresa operó el sumergible a pesar de conocer sus fallas y riesgos. La tragedia del Titán, que cobraba 250 mil dólares por pasajero, sirve ahora como un doloroso recordatorio de la necesidad de una regulación estricta y un compromiso total con la seguridad en las profundidades del océano.