La familia de osos panda gigantes, compuesta por Mei Xiang, de 25 años; su esposo Tian Tian, de 26; y su cachorro Xiao Qi Ji, de 3, ha emprendido un viaje desde el Parque Zoológico Nacional Smithsonian en Washington hacia Chengdu, China, marcando el cierre de casi 50 años de colaboración. Este acontecimiento refleja un cambio en la estrategia china conocida como «diplomacia panda», donde estos adorables animales se utilizaban como embajadores de amistad y cooperación.
La «diplomacia panda» ha sido una estrategia efectiva para suavizar la imagen de China y fortalecer relaciones internacionales. Según la experta Mary Gallagher de la Universidad de Michigan, en sus inicios, este enfoque permitió que China fuera percibida como más amigable y familiar en la arena global. Sin embargo, con el crecimiento del poder chino, esta táctica se ha transformado en un instrumento de influencia.
La historia de la «diplomacia panda» se remonta a 1972, cuando China regaló a Estados Unidos una pareja de osos panda como símbolo de renovación de relaciones. A lo largo de los años, estos animales se han convertido en tesoros nacionales y símbolos de los vínculos entre países.
La práctica de regalar pandas para fortalecer lazos políticos y económicos tiene una larga tradición en China, que se remonta al menos al siglo VII. En los últimos años, la estrategia evolucionó hacia acuerdos de préstamo en los que los países receptores pagan sumas significativas a China para la conservación de los animales y su hábitat.
En el caso del Zoológico de Washington, el acuerdo para albergar a Mei Xiang y Tian Tian se renovó tres veces, la última en 2020. Sin embargo, con el deterioro de las relaciones entre China y varios países occidentales, incluyendo Estados Unidos, otras naciones también se enfrentan al fin de sus acuerdos de préstamo de pandas.
La lista incluye al Zoológico de San Diego en California, que despidió a sus pandas en 2019, y recientemente, Japón y Países Bajos tuvieron que devolver a China sus ejemplares. Reino Unido y Australia también se preparan para la despedida de estos entrañables embajadores peludos.
Este cambio en las asociaciones con osos panda coincide con tensiones crecientes entre China y países occidentales debido a disputas comerciales, conflictos tecnológicos, cuestiones territoriales y derechos humanos. La perspectiva de China como competidor y amenaza ha llevado a una reevaluación de las relaciones internacionales.
El retorno reciente de la panda Ya Ya desde el Zoológico de Memphis a China, envuelto en rumores de maltrato, refleja el creciente descontento y sugiere posibles motivaciones políticas internas en China.
En Washington, el Zoológico Nacional Smithsonian organizó un festival de despedida, «Panda Palooza», para celebrar la partida de Mei Xiang, Tian Tian y Xiao Qi Ji. Aunque la despedida es agridulce, marca el fin de una era en la «diplomacia panda» y destaca la evolución de la relación entre China y el resto del mundo.
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