China recibió un duro golpe tecnológico de Estados Unidos este jueves, cuando el gobierno holandés anunció que canceló un permiso para exportar máquinas de fabricación de chips a una empresa china.
La medida, que fue solicitada por Estados Unidos, representa un importante obstáculo para los esfuerzos de China para desarrollar su propia industria de semiconductores.
Las máquinas de fabricación de chips son esenciales para la producción de chips de última generación, que son utilizados en una amplia gama de productos, desde teléfonos inteligentes hasta computadoras y automóviles.
China ha estado tratando de desarrollar su propia industria de semiconductores para reducir su dependencia de las importaciones de Estados Unidos y Taiwán. Sin embargo, el país ha enfrentado desafíos en este esfuerzo, en parte debido a las restricciones tecnológicas impuestas por Estados Unidos.
La cancelación del permiso para exportar máquinas de fabricación de chips es un nuevo golpe a los esfuerzos de China. La medida podría retrasar o incluso detener el desarrollo de la industria de semiconductores del país.
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El gobierno chino reaccionó con enojo a la medida, calificándola de «discriminatoria» y «anticompetitiva». El Ministerio de Comercio de China dijo que la medida «dañará gravemente los intereses de las empresas chinas y perjudicará el desarrollo sano y ordenado de la industria mundial de semiconductores».
Queda por ver cómo la medida afectará a la industria de semiconductores de China. Sin embargo, es probable que tenga un impacto significativo, especialmente en el corto plazo.