El próximo jueves 29 de febrero, Joe Biden y Donald Trump estarán en Texas: el demócrata en Brownsville; el republicano en Eagle Pass, a unos 520 kilómetros. La zona es un epicentro de la llegada de migrantes a la frontera en los últimos meses.
Durante la visita, Biden hablará de la «necesidad urgente» de que el Congreso apruebe un proyecto de ley que senadores demócratas y republicanos negociaron durante meses para fortalecer la frontera y que sufrió un fuerte revés el pasado 7 de febrero, cuando no superó un voto de procedimiento en el Senado.
This week, I'll travel to Brownsville, Texas to meet with U.S. Border Patrol agents, law enforcement, and local leaders.
— President Biden (@POTUS) February 26, 2024
House Republicans should stop playing politics and pass the bipartisan border agreement we reached in the Senate, the toughest and fairest reforms in decades.
Por su parte, Trump no ha hecho oficiales sus planes, pero CNN ha sugerido que el exmandatario tiene previsto dar un discurso destinado a culpar a Biden por la llegada récord de migrantes.
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La migración se ha convertido en una de las mayores vulnerabilidades de Biden, con imágenes de caos en la frontera que han afectado a sus índices de aprobación, actualmente en el 39%. En contraste, Trump, quien llegó a la Casa Blanca en 2016 con la promesa de construir un muro en la frontera con México, ha adoptado una fuerte retórica antimigratoria en sus mítines de campaña.
Estas visitas a la zona subrayan la importancia central de la inmigración en la carrera presidencial de 2024, particularmente después de que fracasaran las conversaciones en el Congreso sobre un acuerdo para frenar la inmigración irregular. Uno de los puntos críticos en el enfrentamiento estatal y federal por la seguridad fronteriza.