Desde mayo de 2023, el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS) ha registrado un máximo histórico en la expulsión de migrantes, alcanzando la cifra de más de 380,000 personas, entre las cuales se incluyen más de 60,000 miembros de unidades familiares individuales.
Esta cifra representa un aumento significativo, quintuplicando las deportaciones realizadas en todo el año 2022, cuando se expulsaron 72,177 inmigrantes a más de 150 países en todo el mundo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó que, en los últimos seis meses, se llevaron a cabo múltiples vuelos de expulsión, dirigidos tanto a adultos solteros como a unidades familiares. Los destinos de estos vuelos incluyeron países como Ecuador, India, Perú, Venezuela y Centroamérica, como parte de numerosas operaciones de remoción realizadas en todo el hemisferio y a nivel global.
El DHS reiteró que los no ciudadanos que carezcan de una base legal para permanecer en Estados Unidos serán expulsados, conforme a la legislación estadounidense. Asimismo, señalaron que, de acuerdo con la práctica habitual, se garantiza que todos los no ciudadanos, incluyendo venezolanos, sin base legal para permanecer en Estados Unidos, sean examinados adecuadamente para determinar si tienen reclamaciones de protección válidas y suspensión de expulsión, de acuerdo con las leyes y obligaciones internacionales del país.
Durante 2022, las Operaciones de Ejecución y Deportación de ICE llevaron a cabo las deportaciones mencionadas, realizando vuelos a más de 150 países en todo el mundo. Cabe destacar que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha aumentado significativamente el número de vuelos con deportados desde que dejó de implementarse el Título 42, una medida que permitía la expulsión de indocumentados por razones sanitarias.
Ingrid Castillo
