Las autoridades de Berlín anunciaron este viernes que retoman la política de expulsión de criminales afganos, suspendida desde 2021, y que afecta a “delincuentes convictos que no tenían derecho a permanecer en Alemania y contra los que se habían dicatado órdenes de expulsión”.
El anuncio lo ha hecho el portavoz del Gobierno germano, Steffen Hebertereit, apenas una semana después del atentado en la ciudad de Solingen, al oeste del país, que se cobró tres vidas y que ha llevado al ejecutivo a endurecer la política migratoria y de seguridad.
“Esta mañana, Alemania devolvió a nacionales afganos a su país por primera vez desde agosto de 2021”, aseguró Hebestreit mediante un comunicado en que el Gobierno alemán afirmó su “compromiso” para reanudar repatriaciones.
“El interés de Alemania por la seguridad prevalece claramente sobre el interés por proteger a delincuentes y personas peligrosas”, indicó el portavoz del gabinete del canciller Sholz, que la noche anterior había anunciado una serie de medidas destinadas a endurecer las políticas de inmigración y seguridad.
Esta reacción se debe al atentado con cuchillo que dejó tres muertos hace unos días en la localidad de Solingen, perpetrado por un ciudadano de origen sirio que debió de haber sido deportado con anterioridad y que había jurado lealtad al grupo yihadista Estado Islámico.
Al referirse en su comunicado a los inmigrantes afganos condenados y con órdenes de expulsión, Hebesterit indicó que “en los últimos meses, el Gobierno Federal ha realizado grandes esfuerzos para reanudar los retornos en estos casos y ha apoyado a los Estados federados responsables a tal fin”. Agregó que “Alemania ha pedido apoyo a socios regionales clave para facilitar la repatriación. El Gobierno Federal está muy agradecido por este apoyo”.
