La actriz Susan Sarandon ha sido abandonada por su agencia de talentos, United Talent Agency (UTA), después de que hiciera comentarios sobre los judíos durante una manifestación en Nueva York en apoyo al pueblo palestino.
En su intervención, Susan Sarandon dijo: «Hay muchas personas que tienen miedo de ser judías en este momento y están empezando a probar lo que se siente al ser musulmán en este país, tan a menudo sujeto a la violencia».
Estas declaraciones fueron criticadas por varios empleados de la UTA, cuyo director ejecutivo es el judío Jeremy Zimmer. Según ‘The New York Post’, estos empleados se sintieron «extremadamente heridos» por los comentarios de Sarandon.
La actriz, de 77 años, ha sido una defensora vocal de la causa palestina en las últimas semanas. Ha participado en varias manifestaciones en apoyo al pueblo palestino y ha publicado mensajes en sus redes sociales en los que expresa su solidaridad con los palestinos.
En su intervención en la manifestación de Nueva York, Susan Sarandon también alentó a seguir hablando en apoyo de los palestinos. «La gente se está cuestionando, la gente se está levantando, la gente se está educando, la gente se está alejando del lavado de cerebro que comenzó cuando eran niños», declaró.
La actriz agradeció también a «la comunidad judía que salió a apoyarnos».
La polémica generada por las declaraciones de Susan Sarandon ha vuelto a poner de manifiesto la polarización que existe en torno al conflicto palestino-israelí. Los partidarios de la actriz han defendido su derecho a expresar sus opiniones, mientras que los críticos han acusado a Sarandon de antisemitismo.
Sarandon es la última figura pública que se ha visto envuelta en polémica por su apoyo a Palestina. La estrella de ‘Scream VI’, la mexicana Melissa Barrera, fue despedida de manera fulminante como protagonista de la saga por la productora Spyglass. La compañía señaló a ‘Variety’ que la despidieron debido a algunas de sus publicaciones en redes sociales que habían sido consideradas antisemitas.
La controversia generada por las declaraciones de Sarandon y Barrera pone de manifiesto el riesgo que corren las figuras públicas que apoyan a Palestina.
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