El juicio entre el reconocido actor Robert De Niro y su ex asistente, Graham Chase Robinson, alcanzó un nivel de tensión inesperado en el tribunal esta semana. Ambos se enfrentan en una disputa legal en la que Robinson acusa a De Niro de comportarse como un «jefe abusivo» y «degradante«, mientras que el actor contrademandó a su ex asistente por una serie de presuntas irregularidades financieras.
Robert De Niro enfrenta acusaciones
Durante la audiencia, De Niro levantó la voz y expresó su descontento, gritando «¡qué vergüenza!» a Robinson en medio de la sala. A pesar de negar vehementemente las acusaciones en su contra, admitió haber empleado un lenguaje inapropiado en el pasado, refiriéndose a su empleada como «mocosa» en un incidente en el que ella no lo despertó a tiempo. No obstante, afirmó que sus acciones no calificaban como abusivas.
El actor de renombre defendió su conducta, rechazando las acusaciones de que trató a Robinson de manera degradante. A su vez, desestimó las afirmaciones de la ex asistente sobre las condiciones de trabajo, refutando la idea de que su labor fue equiparable a «servidumbre interminable». Con un tono de molestia, De Niro afirmó que nunca hubo abuso, obscenidades ni faltas de respeto en su relación laboral con Robinson.
Juicio
En el trascurso del juicio, salieron a la luz alegaciones de De Niro sobre presuntas malversaciones financieras por parte de su exasistente. El actor acusó a Robinson de transferir indebidamente una suma considerable de millas aéreas a su cuenta personal, así como de desviar fondos de la empresa para gastos personales, incluidos lujosos viajes y servicios de comida. Además, lo acusó de dedicar excesivo tiempo laboral al uso de la plataforma de transmisión Netflix.
Por su parte, Robinson sostiene que su salario fue injusto debido a su género, alegando que De Niro le asignó tareas «estereotípicamente femeninas», como remendar y lavar su ropa. Asimismo, afirmó que el actor hizo comentarios sexistas durante su empleo en Canal Productions, la compañía de De Niro.
Los abogados de Robinson han respondido a la contrademanda de De Niro, calificándola de infundada y repleta de «acusaciones falsas». Mientras tanto, el juicio continúa desentrañando detalles de la compleja relación laboral entre el actor y su ex asistente, generando un intenso debate en el ámbito público sobre las dinámicas laborales y de género en la industria del entretenimiento.
