A un año de su partida recordamos a quien fue más que el conductor de En Familia; fue apasionado de la música, la lectura y los deportes
Hace un año murió el amigo de todos los niños. Chabelo, el cuate que cada domingo despertaba a medio país con su programa de concursos, el actor que a más de una generación alegró con las películas en las que aparecía con el Tío Gamboín, el ser humano que siempre ayudó a los que pudo, sin anunciarlo, ayudó porque le nacía del corazón.
En este primer aniversario luctuoso, sus amigos y el público lo recuerdan con publicaciones en las redes sociales y otros se aventuran a poner alguna anécdota. No faltan los que recuerdan haberse formado para entrar al programa En Familia y concursar por un juguete, una sala o unos dulces; otros, por el simple gusto de ir a divertirse con el conductor que les jugaba bromas.
Chabelo fue parte fundamental de la sociedad mexicana al ser pionero en los programas de concursos e inventar cada domingo una prueba nueva. El conductor no temía ser parte de las situaciones divertidas y con su particular forma de dirigirse al público, creó un programa único.
Amante del motociclismo, el beisbol y la fiesta brava, Xavier López era un asiduo a la Plaza de Toros; y así como los tacos de cochinilla pibil, él era un referente del otrora estadio de beisbol conocido como el Parque del Seguro Social. Lugares a los que le gustaba ir con sus amigos, actores con los que hizo historia en el cine y la televisión mexicana.
Pero no siempre se le vio como el niño de voz aguda y de pantalones cortos. De las últimas películas en las que Xavier López (su nombre) participó, destaca El club de la eutanasia (2005), en la que compartió créditos con sus amigos Sergio Corona, Eduardo Manzano, Magda Guzmán, Rosita Quintana y Ofelia Medina. A las grabaciones llegaba en su motocicleta y no disimulaba la felicidad que le daba encontrarse con sus colegas, en una cinta en la que habló de los adultos mayores y en la que usaba su propia voz.
Una voz grave, con la que le gustaba cantar en esas noches de bohemia con amigos y familiares. Le gustaban los boleros y el rock and roll. Le gustaba la lectura, por eso cuando lo invitaron a participar en la cinta El complot mongol (2019), literalmente ya tenía la película en su cabeza porque el actor ya había leído la novela de Rafael Bernal, a quien llegó a conocer.
A un año de su partida, Chabelo es recordado más allá de su programa dominical. Un actor cuyos conocimientos de cultura fascinaban a quien tenía oportunidad de platicar con él. Un amante de la música y los libros, y de la cultura de las motocicletas, que dejó un gran legado para todo el país.
