Responsable de mucho del conocimiento musical de gran parte de la población, la productora falleció en Madrid la madrugada de este viernes
Responsable en gran medida del soundtrack de la película de nuestras vidas, Lynn Fainchtein fue una productora que curó la música de muchas de las películas populares de las últimas dos décadas. Pero ella fue mucho más que eso y su importancia en la cultura popular rebasa su trabajo en Amores Perros o en Roma.
En la década de los ochenta, la era antes del internet y las redes sociales, existió una estación de radio llamada Rock 101, la cual rompió todos los esquemas que hasta entonces se conocían en el dial. Primero porque ponía rock, y después por los programas que tenía en su barra.
Un mundo nuevo se abría con la emisora y sus locutores. Y por supuesto Lynn Fainchtein era en gran medida responsable de esa música que muchos iban conociendo día a día. Ella hacía los programas Descelofaneando, donde abría un disco nuevo, lo ponía y lo comentaba; Salsabadeando, un programa de música afroantillana que pasaba los sábados en la mañana; Mujeres comma Rock and Roll, de rock hecho por mujeres, y Sonorock.
La música que Lynn programaba casi toda era de sus propios discos, porque ella era una melómana y como muchos, invertía desde joven todo su dinero en comprar elepés y ya después cidis. El gran conocimiento musical de la joven productora, la fue llevando poco a poco a otros emprendimientos, como ser la responsable de bandas sonoras de películas y series de televisión.
Desde Capadocia y Todo el poder, hasta llegar a Amores perros y Roma, pero entre todo eso, también fue parte de MTV, produjo y puso música a documentales sobre el movimiento zapatista, así como a El Santos vs la Tetona Mendoza. También fue parte de la producción de muchos de los primeros conciertos internacionales en nuestro país, como el de Lou Reed, Miguel Ríos, Radio Futura, David Byrne, The Mission UK, Cheap Trick y The Romantics, entre otros.
Pero Lynn Fainchtein es y será mucho más, porque acompañó a una generación de jóvenes que salían de una represión musical y a través de ella y sus amigos, como Luis Gerardo Salas, Jordi Soler y Julia Palacios, quienes desde temprana hora expresaron su pesar en redes sociales por la partida de Lynn, miles conocimos y re conocimos esa música llamada rock y que es parte de la banda sonora de nuestras vidas. Gracias Lynn.