El 8 de diciembre de 1963, Frank Sinatra Jr. fue secuestrado por tres hombres armados en la ciudad de Nueva York. El secuestro, que duró cuatro días, fue un evento traumático para el cantante y su familia, y tuvo un impacto duradero en su vida.
Sinatra Jr., de 23 años en ese momento, era un cantante y actor prometedor. Había seguido los pasos de su padre, el legendario cantante Frank Sinatra, y estaba ganando popularidad por derecho propio.
La noche del secuestro, Sinatra Jr. estaba actuando en el Harrah’s Lake Tahoe Casino en Nevada. Después del espectáculo, regresó a su habitación de hotel, donde fue abordado por tres hombres armados. Los hombres lo ataron y lo llevaron a un lugar desconocido.
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La familia Sinatra recibió una llamada telefónica de los secuestradores, quienes exigieron un rescate de $240,000. El FBI se involucró en el caso y comenzó a negociar con los secuestradores.
Después de cuatro días de negociaciones, los secuestradores liberaron a Sinatra Jr. en el estacionamiento de un cine en Nueva Jersey. Sinatra Jr. estaba ileso, pero el trauma del secuestro lo dejó marcado.
El secuestro tuvo un impacto profundo en la vida de Frank Sinatra, el cantante se convirtió en una persona más paranoica y desconfiada, y se retiró de la vida pública durante un tiempo.
Sinatra también desarrolló una extraña costumbre: llevar siempre consigo diez monedas de diez centavos. Según los informes, Sinatra se dio cuenta de que no tenía suficientes monedas para realizar una llamada telefónica al FBI durante el secuestro. Como resultado, decidió llevar siempre consigo diez monedas de diez centavos, para asegurarse de que siempre pudiera comunicarse en caso de emergencia.
La costumbre de Sinatra de llevar diez monedas de diez centavos continuó hasta el final de su vida. Murió en 1998 a la edad de 82 años.
El secuestro de Frank Sinatra Jr. fue un evento trágico que tuvo un impacto duradero en su vida y en la vida de su padre. El secuestro es un recordatorio de los peligros de la fama y la riqueza, y de la importancia de estar preparado para lo inesperado.