La edición número 77 del Festival Internacional de Cine inició con la protesta de sus trabajadores que exigen mejores condiciones laborales
La emblemática inauguración del Festival de Cannes, conocido por su glamour y elegancia, se vio empañada por protestas y tensiones este año. Miembros del Colectivo de Trabajadores Precarios de Festivales de Cine llevaron a cabo una manifestación en el Palais des Festivals de Cannes, desplegando una pancarta con el lema «Sous les écrans la dèche» (Bajo la pantalla, la miseria).
La respuesta de la policía fue rápida y enérgica, con agentes armados interviniendo y confiscando la pancarta después de un enfrentamiento con los manifestantes. Esta protesta, que es parte de un plan más amplio para manifestarse durante todo el festival, busca mejores condiciones laborales y el reconocimiento oficial como «intermittents du spectacle», una clasificación que otorgaría beneficios especiales a los trabajadores temporales del sector del entretenimiento en Francia.
Mientras tanto, el ambiente en Cannes está cargado de nerviosismo debido a los rumores de posibles acusaciones de violencia sexual contra destacadas figuras del cine. La actriz Judith Godreche presentará un cortometraje con testimonios de presuntas víctimas de violencia sexual, y hay especulaciones sobre una lista de nombres de estrellas del cine francés que podrían enfrentar denuncias públicas.
Estas acusaciones potenciales se suman a la creciente ola de conciencia sobre el abuso y el acoso en la industria del entretenimiento, impulsada en gran medida por el movimiento #MeToo. A medida que el Festival de Cannes continúa, la atención no solo estará en las películas y las estrellas, sino también en las demandas de los trabajadores y las posibles revelaciones de abuso y violencia que podrían sacudir aún más los cimientos de la industria cinematográfica.
