En 1969 Los Beatles realizaron su legendario concierto en la azotea del edificio Apple Corps en Londres; solo tocaron 42 minutos, pero prevalece para la eternidad
Hace 55 años The Beatles sorprendieron al mundo con el legendario concierto de la azotea. Fue un frío 30 de enero de 1969, a la hora del almuerzo. Estaban en los estudios Apple, la marca que crearon, y tras varios problemas con los que ya cargaban y la inminente disolución del grupo, en medio de la grabación del álbum Get Back, decidieron hacer una sesión en la azotea del edificio, hecho que quedó para la historia.
El último concierto que habían dado fue en 1966 y parecía no haber condiciones para seguir más. A eso se le suman los problemas que se tuvieron con la logística de la grabación de Get Back. El 10 de enero George Harrison les dijo que abandonaba al grupo, a lo que John Lennon hizo bromas y entre ellas mencionó que entonces lo iban a sustituir por Jimi Hendrix o Eric Clapton.
Ante los obstáculos en la grabación del álbum, en lo que estuvieron de acuerdo fue en hacer una sesión en algún lugar, una opción fue en un hospital para niños, pero era difícil. Al estar en su propio edificio llegaron a la conclusión que lo mejor era hacerlo ahí, sin la necesidad de trasladar el equipo a otro lado, por lo que decidieron subir a la azotea.
Todo estaba planeado para que se grabara, y a la hora del almuerzo dijeron ¡va! Subieron bien abrigados, porque además del frío, en la azotea soplaba más el viento, conectaron y comenzaron a tocar. Harrison había invitado a Billy Preston para que los acompañara con el piano. Y fue así que se llevó a cabo uno de los momentos más icónicos en la historia de la música, que se ha emulado en variadas ocasiones: en Los Simpson cuando Homero tiene su grupo; o con músicos como U2 también en una azotea muchos años después, y el mismo Paul McCartney en 2009 en la parte de arriba de la marquesina del programa de David Letterman.
Con la primera toma de «Get Back» inició esta tocada que a la larga se conocería como el último concierto que dieron los Beatles; aunque no fue un concierto en sí mismo al no estar anunciado. Solo pocas personas pudieron ser testigos del acontecimiento, los vecinos de los edificios aledaños, algunos que pasaban por ahí y que corrieron a avisarle a otros cuantos. Y claro, la policía que llegó a detenerlos ante la queja de unos pocos vecinos.
Esta sesión histórica paradójicamente fue un gran momento para el grupo. Por 42 minutos las diferencias que había entre ellos parecieron diluirse y tocaron con gran camaradería, dejando un invaluable testimonio de lo que este grupo era capaz aún ante la adversidad. Un material en el que además de a los Fab Four, se puede ver a Billy Preston, pianista fundamental del rock.
En menos de una hora los Beatles tocaron «Get Back» (tres tomas), «Don´t Let Me Down» (dos tomas), «I´ve Got a Feeling» (dos tomas), «One After 909», «Dig a Pony» y «God Save The Queen», en ese famoso concierto de la azotea que sigue fresco a 55 años.