La artista Ximena Cuevas creó un ensayo-visual a la memoria del recién fallecido Ricardo Nicolayevsky
El Museo Universitario del Chopo se convierte en un laberinto oscuro, evocando la esencia punk, gótica y bohemia de la Ciudad de México de los años 80 con la nueva exposición de la artista Ximena Cuevas, titulada Travesía hacia la noche. Este montaje cinematográfico y museográfico es un tributo a la memoria de Ricardo Nicolayevsky (1961-2023), una figura emblemática del movimiento underground de la época, con quien Cuevas compartió vivencias y experiencias.
Utilizando un rico material de archivo —incluidas fotografías tomadas con su Canon de 35 milímetros, videos en Super-8 y música creada por Nicolayevsky— Cuevas construye una obra que revive el pasado mientras crea un nuevo espacio de reflexión. La curadora Itala Schmelz destaca que Cuevas “rompió la premisa documental” y, a través de un ensayo visual, reactivó el archivo desde los afectos, centrándose en la figura de su querido amigo.
La exposición se inspira en una estética que recuerda al expresionismo alemán, la obra de Fritz Lang y Friedrich Murnau, y la actitud post-punk de bandas como Siouxsie and the Banshees, fusionando también la poesía de Charles Baudelaire. Esta docu-ficción invita al espectador a embarcarse en una travesía nocturna a través del mundo oscuro y gótico de los punks bohemios, presentando un universo de seres andróginos y vampíricos, donde el erotismo y la sexualidad coexisten con las risas y el consumo de sustancias, todo mientras el fantasma del SIDA se cierne sobre ellos.
Travesía hacia la noche ofrece una inmersión completa en la cultura de un tiempo que desafió el status quo, invitando a los visitantes a recordar y reflexionar sobre una época de rebelión y libertad en medio de la oscuridad.