Un día como hoy, pero de hace 111 años (nos recuerda el Museo Nacional de Arte), el 20 de enero de 1913, murió José Guadalupe Posada. 5 datos relevantes para recordar la importancia de este personaje para México.
José Guadalupe Posada hizo carteles para obras de teatro, publicidad para grandes almacenes como El Palacio de Hierro, ilustró periódicos y más.
— MUNAL (@MUNALmx) January 20, 2024
Cronista de lo cotidiano, su obra captura la comedia humana.
El grabador, ilustrador y caricaturista, falleció #UnDíaComoHoy de 1913. pic.twitter.com/ttD5jbg3Eu
1. Hijo de su época
Nació en Aguascalientes en 1852. Un gran parte de su juventud y consolidación como artista se dio a la luz del Porfiriato: de la necesidad del Presidente de convertir a México en Francia, a costa de los pobres. La visión de Posada, en el marco de estos hechos, fue nacionalista. Su destino era ser panadero; él renegó.
2. Satirista político
Desde muy joven se inició en el dibujo satírico e ingresó a los 16 años al taller Trinidad Pedroso para aprender grabado en madera y litografía. A causa de las audaces ilustraciones que aparecieron en la publicación local El Jicote, Posada tuvo que abandonar su ciudad natal.
A los 35 años Posada llegó a la Ciudad de México, en donde abrió su propio taller y conoció al impresor Antonio Venegas Arroyo, con quien colaboraría incansablemente en la tarea de informar al pueblo de los más diversos acontecimientos, utilizando formas originales, mordaces y divertidas.
Entre otras cosas, Posada ilustró acontecimientos populares que lo mismo trataban de hechos políticos, crímenes truculentos, accidentes y hasta pronósticos del fin del mundo.
3. La Catrina
José Guadalupe Posada alcanzó fama mundial por ser el autor de La Catrina, sin embargo fue Diego Rivera quien le dio el nombre. Posada llamó a su grabado La Garbancera y tras su muerte se convirtió en la imagen asociada a la celebración del Día de Muertos.
4. Multifacético
José Guadalupe Posada trabajó como impresor, grabador e ilustrador. De su mente y sus manos surgieron dibujos que acompañaron miles de hojas volantes, su talento pudo verse también en 70 periódicos (como El Jicote y El Hijo del Ahuizote) y los 110 libros que componían la Biblioteca del Niño Mexicano.
5. Murió en el desamparo
El historiador Agustín Sánchez González registró que su cuerpo salió, sin vida, de una vecindad en Tepito. Su acta de defunción arguyó “alcoholismo” como causal del deceso. Fue enterrado en una fosa común del panteón Dolores, donde nadie nunca reclamó sus restos.