La historia del Calimocho, también conocido como Kalimotxo, se remonta a las fiestas de San Nicolás de 1972 en el Puerto Viejo de Algorta, en el País Vasco. La cuadrilla Antzarrak, que organizaba las fiestas, compró casi 2.000 litros de vino para los festejos. Sin embargo, el vino no estaba en buen estado y tenía un sabor amargo.
Ante esta situación, dos miembros de la cuadrilla, apodados Kalimero y Motxongo, tuvieron la idea de mezclar el vino con refresco de cola para camuflar el sabor. La mezcla resultó ser todo un éxito y se convirtió en la bebida estrella de las fiestas.
El nombre de la bebida proviene de la combinación de los apodos de los dos creadores, Kalimero y Motxongo. El término kalimotxo se fue extendiendo por el País Vasco y, a principios de la década de 1980, ya era popular en toda España.
El Calimocho se convirtió en la bebida preferida del botellón, una práctica que se popularizó en España en los años 1980. La bebida también se extendió a otros países, como Francia, Portugal e Italia.
Hoy en día, el Calimocho sigue siendo una bebida popular en España y en otros países. Se puede encontrar en bares y restaurantes, así como en supermercados y tiendas de alimentación.
La receta tradicional del Calimocho es sencilla: se mezcla vino tinto con refresco de cola en una proporción de 1:3. Sin embargo, hay muchas variantes de la receta, con diferentes proporciones de vino y cola, así como con la adición de otros ingredientes, como zumo de limón, azúcar o especias.
El Calimocho es una bebida refrescante y sabrosa que puede disfrutarse en cualquier ocasión. Es una buena opción para los amantes del vino y de la cola.