La práctica, especialmente en grupo, mejora la función inmunitaria, fortalece el cerebro, reduce el estrés y actúa como terapia de rehabilitación
CAMBRIDGE, REINO UNIDO. — En la época festiva, donde abundan los villancicos, la ciencia está destacando los profundos beneficios que el simple acto de cantar aporta a la salud física, emocional y cognitiva. El canto, especialmente cuando se realiza en grupo, actúa como un poderoso agente de bienestar que va desde la mejora de la función cardíaca hasta la reparación cerebral.
Alex Street, investigador del Instituto de Investigación de Musicoterapia de Cambridge, afirma que “Cantar es un acto cognitivo, físico, emocional y social”.
Efectos físicos y neuroquímicos mensurables
El canto produce beneficios que son medibles a nivel biológico y neuroquímico:
- Inmunidad y corazón: Cantar en coros o grupos ha demostrado reforzar la función inmunitaria, y mejora la frecuencia cardíaca y la presión arterial, de forma superior a simplemente escuchar música.
- Reducción de dolor y estrés: La exhalación controlada y prolongada que requiere el canto activa el nervio vago y libera endorfinas, asociadas con el placer, el bienestar y la supresión del dolor. También es un eficaz calmante del estrés.
- Activación cerebral: Activa una amplia red de neuronas en ambos hemisferios del cerebro, involucrando las regiones que gestionan el lenguaje, el movimiento y las emociones.
Adam Lewis, profesor de fisioterapia respiratoria, señala que cantar es un «ejercicio subestimado, comparable a una caminata rápida» para el corazón y los pulmones.
Beneficios sociales y terapéuticos (Canto en comunidad)
Cantar en grupo promueve un mayor bienestar psicológico que el canto en solitario y tiene aplicaciones directas en el campo médico:
- Cohesión social: Personas completamente desconocidas pueden forjar vínculos inusualmente estrechos después de cantar juntas durante solo una hora, desarrollando un poderoso sentido de cohesión social.
- Rehabilitación pulmonar: Los investigadores utilizan el canto para ayudar a personas con enfermedades pulmonares crónicas o covid-19 de larga duración. Keir Philip, profesor de medicina respiratoria, explica que el enfoque basado en el canto ayuda a mejorar los síntomas de disnea al regular los músculos, el ritmo y la profundidad de la respiración.
- Enfermedades neurológicas: El canto mejora la capacidad de articulación de pacientes con Parkinson y se usa para la recuperación del habla en supervivientes de ictus (accidente cerebrovascular), promoviendo la neuroplasticidad y la reconexión cerebral. La historia de la excongresista estadounidense Gabrielle Giffords, que reaprendió a hablar con canciones, es un ejemplo claro.
Perspectivas futuras y precauciones
Teppo Särkämö, profesor de neuropsicología, afirma que existe una creciente base de evidencia que respalda los beneficios cognitivos del canto en adultos mayores, aunque se requieren estudios a largo plazo para evaluar su potencial para ralentizar o prevenir el deterioro cognitivo.
Como precaución, se recuerda que, al igual que con cualquier actividad de grupo, si se tiene una infección respiratoria, es mejor ausentarse de los ensayos de coro para evitar la superpropagación de virus.
Street lamenta que, a pesar de los beneficios, relativamente pocas personas experimentan el canto comunitario hoy en día, aunque históricamente ha sido fundamental para la conexión de las comunidades humanas.


