Napoleón Bonaparte, uno de los personajes más importantes de la historia, también era un hombre con sus manías.
El emperador francés era conocido por su obsesión por la puntualidad, siempre llegaba a tiempo a sus citas y reuniones, incluso si tenía que esperar horas. También era muy meticuloso con su apariencia personal, siempre vestía impecable y se peinaba con una raya en el medio.
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Napoleón también era un hombre supersticioso. Creía en la suerte y en los presagios. Siempre llevaba consigo una daga que le había regalado su madre y que creía que le traía suerte. También evitaba cruzarse con gatos negros y nunca viajaba un viernes 13.
Otra de las manías de Napoleón fue su amor por la comida, era un gran gourmet y disfrutaba de los mejores platos de la cocina francesa. También era un gran consumidor de café, que bebía a diario en grandes cantidades.
Por último, Napoleón era un hombre muy trabajador. Siempre estaba ocupado con sus tareas administrativas o militares. Dormía muy pocas horas y pasaba la mayor parte del tiempo en su oficina, trabajando o leyendo.
Estas son solo algunas de las manías que se sabe tenía Napoleón Bonaparte. Estas peculiaridades no le impidieron ser uno de los líderes más exitosos de la historia.
¿Qué otras manías crees que tenía Napoleón Bonaparte?