Si bien la reina Victoria popularizó el vestido de novia blanco; no fue la primera mujer en usarlo para casarse. Antes de ella, otras mujeres de la realeza y la alta sociedad ya habían elegido el color blanco para sus bodas.
La boda de la reina Victoria el 10 de febrero de 1840 con el príncipe Alberto tuvo un impacto global sin precedentes. Su vestido blanco de satén con encaje de Honiton, diseñado por William Henry Gosse, fue ampliamente copiado por novias de todo el mundo, convirtiéndolo en la tendencia dominante para las bodas hasta el día de hoy.
Antes de la reina Victoria, las novias de la clase alta europea usaban una variedad de colores para sus vestidos de boda, incluyendo plata, oro, azul e incluso negro. El color blanco no era considerado un color tradicional para las bodas, y se asociaba principalmente con el luto.
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Sin embargo, la boda de la reina Victoria cambió todo eso. Su vestido blanco se convirtió en un símbolo de pureza, inocencia y virginidad, y pronto fue adoptado por novias de todo el mundo.
Algunos ejemplos de mujeres que usaron un vestido blanco para casarse antes de la Reina Victoria:
- Ana de Austria se casó con Luis XIII de Francia en 1615 con un vestido de satén blanco.
- María Antonieta se casó con Luis XVI de Francia en 1770 con un vestido de tafetán blanco.
- Carlota Augusta de Gales se casó con el Príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha en 1816 con un vestido de satén blanco.