El 25 de febrero de febrero, pero de 1989, la canción “Belfast child” de la banda irlandesa Simple Minds llega a ser número 1 en las listas de popularidad inglesas. Este hecho, que parecería tan lejano, es vigente: habla de abrazar el anhelo de paz, en tiempos de guerra.
Formó parte del EP “Ballads of the street”, uno de los más políticos de Simple Minds. Esta canción en particular retoma el tema del conflicto norirlandés: un conflicto armado interétnico en Irlanda con la intención de independencia respecto a Inglaterra, que provocó gran número de muertes durante la segunda mitad del siglo XX.
Esta guerra enfrentó a dos grupos: los que querían mantenerse unidos a Inglaterra (unionistas), frente a republicanos irlandeses, partidarios de la integración del territorio en la República de Irlanda, país predominantemente católico.El destino del conflicto fue la separación de las Irlandas: la del Norte (perteneciente al Reino Unido) y la del Sur (hoy República de Irlanda), desde hace 100 años.
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“Belfast child” es una pieza dedicada a relatar los tiempos del conflicto, que retoma una canción popular irlandesa, “She moved through the fair”. Belfast fue un territorio donde una parte del conflicto se desarrolló; ahí, uno de los grupos mató a mucha gente del bando contrario, con bombas molotov y piedras. Esta canción nombra la tristeza y desesperación de esos momentos, pero también el sentimiento de esperanza sobre la reconciliación y fin del conflicto.
La canción llama a la gente a volver a casa y alienta al niño de Belfast, una metáfora de la ciudad en su conjunto, a levantarse y cantar de nuevo. Es un recordatorio del poder de la unidad que, incluso en tiempos difíciles, puede encontrar cauces para encaminarse hacia un futuro mejor.
En medio de conflictos armados e incapacidad para la resolución de los mismos a través del diálogo y los comunes, Belfast child es una canción tan vigente como necesaria.