Las películas de Yorgos Lanthimos no son para todos. Son obras de arte que, a la vez que seducen con su estética impecable, perturban con su narrativa inusual y personajes complejos.
La subasta de La Casona de Vizcaya marca un momento significativo en la revalorización del legado artístico de Rivera, consolidándolo como una figura clave en el arte mexicano y mundial.