La venganza del autollamado contrapeso salió a las calles este 19 de mayo vestido de rosa, ya sin la máscara “autónoma” con la que inició su pintoresca ruta política; una marcha que exige- a su modo- el orden del poder, la democracia, la república, la libertad, el voto libre y la eliminación del fantasma
La erosión del ser se da por la disolución de las identidades y papeles sociales, que otrora eran definidos e integrados por marcadas diferencias ideológicas, políticas, de intereses culturales, de formación educativa y hasta de clases sociales.
Las revoluciones científicas, del amor, sociales, políticas y de las conciencias han buscado la transformación de los antiguos caminos ideológicos a sendas cada más multidimensionales, progresistas y profundas que nos hagan libres
No podemos permanecer inmóviles, pugnemos por una itinerancia de vanguardia continua, como una especie de concepción en donde se viva plenamente el tiempo, uniendo el pasado con el presente y el futuro (algunos poetas sostienen que el futuro es hoy), donde los actos sean la ruta del porvenir.
En el marco del llamado Festival de las Ideas en el Estado de Puebla, patrocinado por el dueño de Televisión Azteca, otra simplista industria cultural de entretenimiento en México, Ricardo Salinas Pliego, se presentó la “Marquesa”: Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, española, francesa y argentina, quien en cada país representa la más rancia visión de la monarquía, el ultra conservadurismo, la ultra derecha y ultra liberalismo económico, al ser diputada del partido Popular en España, partidaria del presidente argentino Javier Milei y probada odiadora de los pueblos endémicos de las Américas.