La decisión de la jueza el pasado viernes 25 de mayo significa que el caso seguirá adelante y que Alec Baldwin, que también es productor del filme, se enfrentará a un juicio que podría comenzar el 9 de julio.
Los abogados de Baldwin habían presentado dos mociones para desestimar los cargos, alegando que la fiscalía había actuado de mala fe al no presentar todas las pruebas al gran jurado y que no se le había dado al actor la oportunidad de defenderse adecuadamente.
En concreto, la defensa argumentaba que la fiscalía no había presentado a los miembros del jurado testimonios de personas que afirmaban que Baldwin no era responsable de verificar la seguridad del arma utilizada en la escena.
La jueza Sommer, sin embargo, se basó en las leyes de Nuevo México que establecen que la defensa no tiene derecho a presentar testigos ante el gran jurado.
Con la decisión de la jueza, el camino hacia el juicio para Baldwin se despeja. El actor enfrenta una posible condena de 18 meses de cárcel y una multa de miles de dólares si es declarado culpable.