En un giro inesperado en el mundo del entretenimiento, el cantante puertorriqueño Bad Bunny ha sido sentenciado a pagar una millonaria suma a su ex novia, Carliz de la Cruz, por el uso no autorizado de su voz en sus canciones y conciertos.
La historia se remonta a una relación entre Bad Bunny y Carliz de la Cruz que duró entre 2011 y 2016. Según la demanda presentada por de la Cruz, ella grabó la frase «Bad Bunny baby» en su celular a petición del propio artista.
Esta frase se convirtió en un icónico estribillo que apareció por primera vez en la canción «Pa’ ti» y luego se repitió en «Dos mil 16». No conforme con su uso en las canciones, Bad Bunny también incluyó la voz de su ex pareja en sus presentaciones en vivo.
Ante la negativa de Bad Bunny a firmar un contrato que formalizara el uso de su voz, Carliz de la Cruz, quien también es abogada en Puerto Rico, decidió emprender acciones legales.
Al no lograr resolver el conflicto a nivel estatal, la demanda llegó a los tribunales federales, donde finalmente un juez falló a favor de de la Cruz. La sentencia establece que Bad Bunny deberá pagar a su ex novia la cantidad de US$40 millones.
Hasta el momento, Bad Bunny no ha emitido ninguna declaración pública sobre la sentencia ni ha mostrado su postura ante la decisión del juez. Se espera que en los próximos días el artista o sus representantes legales hagan algún pronunciamiento al respecto.
Este caso sin duda marca un precedente importante en el mundo de la música y los derechos de autor. La decisión del juez deja claro que el uso de la voz de una persona, incluso en una grabación casual, no puede ser utilizado de forma comercial sin su consentimiento previo y explícito.
La millonaria condena a Bad Bunny es un duro golpe para el artista, pero también una victoria para Carliz de la Cruz, quien ha defendido sus derechos y ha sentado un precedente importante en la industria musical.