La legendaria actriz Meryl Streep ha emocionado al público en la gala inaugural del Festival de Cannes al recibir la Palma de Honor de manos de Juliette Binoche. Un premio que reconoce su brillante trayectoria y su inigualable contribución al séptimo arte.
Streep, visiblemente conmovida, subió al escenario del Gran Teatro Lumière para recibir el galardón de manos de la actriz francesa. «Este premio es único en el mundo del cine y estoy muy honrada de recibirlo», expresó con la voz entrecortada por la emoción.
La actriz estadounidense, que ya había sido premiada en Cannes hace 35 años por «Un grito en la oscuridad», recordó con humor cómo en aquel momento, con tres hijos y cerca de los 40 años, pensaba que su carrera estaba llegando a su fin. «Era una previsión razonable en la época», bromeó.
Sin embargo, Streep desafió todas las expectativas y construyó una carrera cinematográfica plagada de éxitos y roles inolvidables, desde «Memorias de África» y «Los puentes de Madison» hasta «El diablo viste de Prada» y «Mamma Mia!».
«Estoy muy agradecida de que no os hayáis hartado de mi cara», dijo entre risas, provocando carcajadas en el auditorio.
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Binoche, encargada de entregar el premio, destacó la capacidad de Streep para transformar las mujeres en la pantalla y para ofrecer una nueva imagen de ellas al mundo. «Has cambiado nuestra forma de ver a las mujeres en el cine y nos has dado una nueva imagen de nosotras mismas», afirmó conmovida.
Las palabras de Binoche provocaron lágrimas en Streep y en otras figuras presentes en la sala, como la cineasta Greta Gerwig, presidenta del jurado del festival este año.
Con este emotivo acto, la 77ª edición del Festival de Cannes ha quedado oficialmente inaugurada. La primera proyección del certamen ha sido la comedia francesa «Le Deuxième Acte», dirigida por Quentin Dupieux.
El festival, que también entregará este año premios de honor al cineasta George Lucas y al Estudio Ghibli, finalizará el 25 de mayo con la entrega de la codiciada Palma de Oro, por la que competirán nombres como Francis Ford Coppola, Paolo Sorrentino o Yorgos Lanthimos.
Meryl Streep, una leyenda viva del cine, ha dejado una vez más su huella en Cannes con un discurso emotivo y un premio que corona una carrera excepcional.
