El productor francés Alain Sarde está bajo escrutinio al ser señalado por agresión sexual a nueve mujeres
En la víspera del prestigioso Festival de Cannes, el renombrado productor de cine francés Alain Sarde se encuentra en el ojo del huracán tras ser acusado por nueve mujeres, la mayoría de ellas de forma anónima, de agresiones sexuales y violaciones. Las impactantes revelaciones fueron hechas públicas en un artículo de la revista femenina Elle, el cual detalla una serie de presuntos encuentros traumáticos que datan principalmente de las décadas de 1980 y 1990.
Una de las denunciantes, identificada bajo el seudónimo «Elsa», una actriz de series de televisión de aquel entonces, relata cómo Sarde, entonces de 33 años, supuestamente la violó cuando ella tenía tan solo 15 años, bajo el pretexto de una reunión profesional en su apartamento privado en París.
Las acusaciones no se detienen ahí; otras mujeres también han compartido experiencias similares de violencia y abuso por parte del productor, describiendo un patrón preocupante de invitaciones, intentos de seducción y, finalmente, agresión sexual.
La abogada de Sarde, Jacqueline Laffont, ha negado categóricamente estas acusaciones calificándolas de «falsas» y asegurando que Sarde siempre ha considerado el consentimiento de las mujeres como primordial en sus relaciones. Sin embargo, estas acusaciones resucitan un pasado tumultuoso para Sarde, quien fue imputado por «violación» en 1997 en un caso de proxenetismo que involucraba a numerosas personalidades políticas, artísticas y deportivas en Francia e internacionalmente. Aunque se benefició de un sobreseimiento posterior, estas nuevas acusaciones arrojan una sombra aún más oscura sobre su reputación.
Alain Sarde es conocido por su destacada carrera en la industria del cine, desde sus inicios junto a Jean Yanne hasta su colaboración con figuras como Roman Polanski, Jean-Luc Godard, Mike Leigh, Emir Kusturica y David Lynch, entre otros.
El productor se encuentra ahora en medio de un escándalo que sacude los cimientos de la comunidad cinematográfica, especialmente en el contexto del movimiento #MeToo. Estas revelaciones llegan en un momento crítico, cuando el 77º Festival de Cannes está a punto de comenzar, generando una ola de conversaciones sobre la necesidad de abordar el abuso y la violencia sexual en la industria del entretenimiento.
