El huracán Otis, que tocó tierra en Acapulco, México, el miércoles 25 de octubre, dejó al menos 30 muertos y una devastación generalizada. La ciudad turística se encuentra en un estado de caos, con turistas y residentes desesperados por salir de la zona.
Las autoridades han sido criticadas por su lenta respuesta a la crisis. Los residentes de las zonas más pobres dicen que no han recibido ayuda y que sus casas han sido destruidas. Los turistas se quejan de que no han recibido alimentos ni agua.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido ayuda financiera al sector hotelero y comercial, pero no ha aclarado si la situación se ha superado.
Sin embargo pobladores acusan que a pesar de la difusión, de ser actualmente el centro de atención a nivel nacional son pocas las acciones realizadas, al contrario han sido relegados y se ha priorizado en la parte empresarial.
Por: Patricio Álvarez.